LA HISTORIA
Nikita Von Rennenkampf nació en 1939 en Yugoeslavia, hijo de rusos que huyeron con la revolución rusa de ese país. Era muy chico cuando su padre ya fue al frente en la Segunda guerra mundial. Él acompañó a su madre que llevaba a su hermanito en brazos y los abuelos en su huida hacia el occidente. El fin de la guerra los encontró en el sur de Alemania y por suerte también su padre volvió y la familia se reencontró en Baviera. Años de hambruna en las barracas para los refugiados!!!
En 1949 lograron salir de ese infierno y volaron a la Argentina. Sus tíos ya habían llegado a Villa la Angostura, y al tiempo se instalaron en la península de Puerto Manzano. Alli concesionaron unas cabañas muy viejas y comenzaron con un proyecto turístico.
La vida no fue nada fácil, lo llevó a Buenos Aires para estudiar, pero sus padres lo necesitaban en Bariloche dónde habían concesionado un hotel y finalmente se fueron a Córdoba donde compraron un hotel y así se caso con Gretel el 22 de enero de 1965 y juntos se fueron a trabajar a Alemania.
Nos quedamos 5 años en Alemania donde Nikita hizo una buena carrera en turismo. Pero siempre, siempre su sueño era regresar a la Patagonia.
La nostalgia lo trajo de vuelta a la Argentina su sueño………. la Patagonia andina.
En Citroen, luego en Falcon, en Ranchera, siempre viajando todos los veranos ¿ hacia dónde? A la Patagonia.
Buscando su lugar en el mundo, el lugar mágico, el que te cobija, adonde el corazón se ensancha y encuentres tu paz.
En los años 80 Nikita decidió ir a una zona que siempre dejamos de lado, Rio Pico. Y llegó a ese espejo de agua enorme, en lago Vintter, rodeado de bosques de lenga y ñiré y en el agua, esas espectaculares truchas.
Ahí se desplomó sobre una piedra en la orilla… había llegado! Lo encontró! Su lugar en el mundo! Al cabo de un año de interminables trámites cuando todo estaba en regla pudimos ocupar el puesto Iturrioz, así figuraba en el mapa, más bien una tapera a la que convertimos en el PalaisVintter. Esto fue un juego de palabras: el Winterpalais en San Petersburgo, (Rusia) de donde sus padres vinieron.
Echamos raíces cada vez más profundas. Alambramos, pusimos ganado, avanzamos de a poquito con el proyecto turístico … las cabañas y el campíng.
Pero sin vodka un descendiente de rusos no puede vivir, y plantó la subrovka, la gramínea que le da ese sabor inigualable a la vodka. El clima siberiano del lugar se presta para este pasto y la patentó.
VODKA NIKITA. ¡Quién no la conoce!, es el saludo de bienvenida a los clientes. Nikita llevaba las copitas en una huevera en el bolsillo de su campera gris y en el otro bolsillo la vodka en botella de plástico. «Ahí viene Nikita, trae huevos y aceite para hacer huevos fritos!!!» Exclamación de los niños! Pero sus papás ya se preparaban para brindar: NASDAROVIA;, una y otra vez. Miles de cuentos hay sobre esas charlas cordiales Nasdarovia de por medio.
Fue largo y penoso el camino, sobre todo para gente como nosotros sin un respaldo económico, con las puras ganas de estar allí!
Pero cualquier esfuerzo era válido, no nos hicimos ricos pero fuimos felices!
El 22 de enero 2015 festejamos nuestra Bodas de Oro gracias a nuestros clientes amigos que organizaron un festichón en el galpón de leña, hasta el cotillón lo trajeron de Plottier. Los gendarmes del grupo de ese momento festejaron con nosotros, nunca faltaron en las buenas y alguna vez en las malas. Siempre estaban y nos acompañábamos mutuamente.
Y el 22 de enero de 2018 sepultamos las cenizas de Nika bajo el pino que él plantó chiquitito y que ahora, ya grande, protege su urna con su cruz y al lado pusimos una copita de nuestra vodka Nikita. Y allí quedó, en Su lugar en el mundo!
Escrito con todo mi amor, su amiga, compañera, esposa, GRETEL.
CONTINUANDO EL LEGADO
Gretel Limberger fiel a su estilo emprendedor y con una juventud eterna, continua con su pasión por Vintter, atendiendo a sus clientes y siempre dispuesta a una buena ronda de Vodka Nikita llena de anécdotas y risas. Junto con Sergio y Fernando Cantalupo continúan el legado de Cabañas Nikita, haciendo crecer, cada nueva temporada, el grupo de amigos que comparten la Experiencia Nikita.
UNA GRAN FAMILIA PARA UNA GRAN TAREA
Los Hnos Cantalupo llegaron al Vintter en el año 2009, y quedaron atrapados por la magia del lugar. Amantes de la Patagonia Argentina, siempre en busca de nuevos lugares y experiencias. Sergio y Marcela con sus 4 hijos llegaron a lo de Nikita cuando estaban de regreso a Buenos Aires, era sólo una pasada para conocer el Vintter. Esa parada fueron 10 días llenos de anécdotas y momentos inolvidables con Gretel y Nikita. Y desde entonces las vacaciones obligadas de los Hnos Cantalupo y familias fueron el Vintter, en lo de Nika. Una relación que creció con los años y que forjó esta unión que hoy permite que Cabañas Nikita siga creciendo, ofreciendo todos los años mejores instalaciones y mejor servicio a sus amigos.
EL DESAFÍO
Evolucionar manteniendo el espíritu Vintter.
Nuestro desafío es lograr esa combinación única e irrepetible: un lugar, un servicio, una experiencia. Nuevas cabañas, nuevos Domos, nuevo muelle, energía solar 24 hs, agua con bomba solar, quincho con asador, nuevos fogones para el camping, WIFI.
Mismo servicio cálido y personalizado de Gretel, Sergio, Fernando, Marcela, Adriana, Guido, Franco, Bruno, Lucio, Lucia, Agustin. (ordenados por Edad- no por trabajo- Lucio nos gana a todos)